Ningún movimiento metafísico,
religioso, etc., puede ir adelante sin la Gracia. Por lo tanto, todo movimiento
que no tenga la Gracia del amor, de la pureza de motivo, de la misericordia,
la compasión y de la fe, no dura en el tiempo. Dice el Amado Jesús, que la
Gracia está compuesta de entendimiento, tolerancia, humildad y buena voluntad.
Si nosotros estamos dentro de esa virtud, hay pureza, y si hay pureza de motivo
se da, sin esperar nada a cambio. El entendimiento trae consigo la tolerancia y
cuando están dadas estas dos virtudes, no hay críticas, no hay juzgar y no hay
ese deseo de formar opiniones y darlas sin que nos las pidan. Por lo tanto, eso
es vivir dentro de la pureza del amor. Todos los aparentes milagros de Jesús
fueron hechos porque El supo poner conscientemente en acción y usó las Leyes de
Dios, que están siempre a nuestro alrededor, para ser colocadas en actividad,
por medio de la dirección consciente. Por eso se dice "aparentes milagros",
ya que lo que el Amado Jesús hizo son manifestaciones de Leyes Cósmicas que no
fallan. Jesús jamás se salió de los Siete Principios, siempre vivió en ellos, se
quedó, los manifestó momento a momento con Su ejemplo. Así que cada curación que
El realizaba estaba dentro de esos Siete Principios que ponía conscientemente en
acción. Y San Pablo dijo: "lo que debo hacer no hago, y lo que no debo hacer,
eso hago", hasta que el ejemplo del Amado Jesús lo hizo también leal al Padre y
a Sus Leyes. Esos Siete Principios están a la mano, alrededor nuestro
continuamente y nosotros, por ahora, no los aplicamos correcta y
conscientemente, pero si recordamos lo que nos enseñan los Seres de la Curación:
a pensar bien, a elevarnos para que lo de "arriba" (lo Divino) se manifieste en
lo de "abajo" (nuestras vidas), elevaremos la vibración. No dejaremos que
nuestra conciencia descienda, polarizando con la Luz siempre que algo intente
interferir con alguna sombra. Y al hacer esto con ritmo y constancia, formaremos
causas Luz, como las que el Amado Jesús puso en acción y los efectos serán
efectos Luz. Salud, suministro de todo lo bueno, etc. y de esa forma seremos
generadores del bien para nosotros mismos, familias, entorno, país y toda la
Tierra. Para todo en la vida hay que tener constancia, disciplina, hacer el
intento honesto de purificarnos para poder servir mejor en lo que hayamos
elegido libremente hacer. Y así como en la Tierra, cuando los mayores ven que
los jóvenes hacen honestamente ese "esfuerzo" por ser mejores, los incentivan y
muchas veces los premian, aunque estén aún en camino de ese logro, lo mismo
sucede en los Cielos. Cuando los Maestros ven nuestros intentos y empeños
sinceros en beneficio de algo y/o de alguien, ofreciendo algo como balance por
los errores de alguien que mucho se ama, eso hace que muchas veces se "fuerce"
al Cielo y descienda la Gracia.
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