CENTRO DE TRABAJO

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jueves, 29 de mayo de 2014

SER COMO EL INFINITO ES, EL SEMBRADOR SIEMBRA BUENA SIMIENTE PARA RECOJER BUENA COSECHA, ASI ES Y ASI DEBE SER

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SER COMO EL INFINITO ES (PARA MEDITAR) 
            o interés del que no entiende, La vida tal como es, 
   perdido anda en el camino, 
             Sin sapiencia y sin
                                   saber.                                 
 Alegría infinita, La del buen entender, Calurosa alabanza, Sapiencia y saber. Acompasadamente sembré, 
    trigo limpio y de buen ver, 
    la templanza reflejada, 
   El destino verde es. 
     Tal como la vida, El trigo comienza a crecer, Verde en sus primeros tiempos, Maduro en su acontecer.
     El sembrador siembra, Espera siempre recoger, Las horas pasan, 
    Llega la madurez. Regocijo hay en el campo, El trigo hay que recoger, La mies es espesa, La simiente cuajó bien. 
    Garantía de la vida, Si mies se es, Trigo limpio como el oro, Vida, mies,
ejemplo de ser.
      Campo florido hermoso, Vida de un acontecer, 
          El sembrador laborioso, Hizo a la espiga la luz ver. 
     Camino que llega sembrado, Maduro como la mies,
           Será con gozo alabado, Seguro su buen acontecer. 
  Regar el campo con gozo, Alumbrar como la mies,
  Ser esplendorosos, Que en la vida hay que ser. Cerrar los ojos en silencio, 
     Intensamente ser, Calladamente la vida, Llega el acontecer.
 Pisa la senda florida, Alumbra el hecho de ser, Mira muy, hacia arriba, 
   Engrandece el ser. La gloria siempre aparece, En el dulce acontecer, 
     El sueño te adormece, La luz te hará ver. Grande reflejo el del alma, 
   Del que haya andado bien, Gozoso y con alas, Levanta el vuelo en el acontecer. 
Respira profundamente, Amparándose en la fe, Llega a la vida enseguida,
 El reflejo le hará ver. Clamor del calor intenso, Arrullo de un gran querer, 
      La bondad infinita del cielo, Llegada para el acontecer.
       Como bajado del cielo, Llega el amanecer, La luz resplandece, De Dios el querer.
 Cielo veo entre las nubes, Inmenso e infinito es, Con los ojos lo contemplo, 
   ¿Qué es lo que hay dentro de El? 
        Yo lo contemplo como el universo, Saber, sé lo que es.
      Pero lo que yo llevo dentro, Es tan inmenso como el infinito es. 
  ¡Silencio! ¡Silencio!, 
  llega el amanecer, 
           La luz cegadora, Llega y me hace ver. Señor,
¿Qué es todo esto?, 
        Por mi fe, yo te encontré, Estoy hablando del Cielo,
        ¿Eres tú, lo que mis ojos ven? 
               Yo miro el universo, 
          Contemplando lo grande que es, 
          Más grande es lo que estoy siendo, Señor, de hinojos me pongo a tus pies. 
     Esta claridad inmensa, Que yo puedo ver, 
          Es la gran pureza, El Cielo profundo como infinito es.  
Naturópata y Sanador Hermano Manuel.

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