UNA DE MIS MUCHAS EXPERIECIAS
Mi sesión con la médium Marina tuvo lugar el día siete de
mayo de 1.988 Recuerdo la fecha exacta porque ese día cambió mi vida. A la
médium le conté muy poco sobre mí mismo, describiendo mis circunstancias sólo
en términos muy generales. Ella me explicó que cada uno de nosotros tenemos
guías espirituales, seres con los que planeamos nuestras vidas antes de la
encarnación. A través de ella pude hablar con los míos. Ellos lo sabían todo
sobre mí... No sólo lo que había hecho, sino también lo que había pensado y
sentido. Por ejemplo, se refirieron a una oración concreta que había elevado a
Dios unos cinco años antes. En un momento especialmente difícil había rezado,
"Dios, no puedo hacer esto solo. Por favor, envíame ayuda". Mis guías
me contaron que se me había proporcionado asistencia adicional. "Tu
oración fue respondida", me dijeron. Me quedé atónito. Ansioso por
comprender el sufrimiento que había experimentado, pregunté a mis guías sobre
los grandes obstáculos a los que me había tenido que enfrentar. Me explicaron
que yo planeé esas dificultades antes de nacer. No con el propósito de sufrir,
sino por el crecimiento que me aportarían. Esta información me conmocionó. Mi
mente consciente no sabía nada de planificación prenatal, aunque yo,
intuitivamente, sentí que sus palabras eran ciertas. Aunque no me di cuenta en
aquel momento, mi sesión con la médium desencadenó en mí un profundo despertar
espiritual. Más tarde comprendería que ese despertar había sido en realidad un
recordar, un recordar quién soy como alma eterna y, más concretamente, qué
planeé hacer en la Tierra. Antes de encarnar “curar a mis hermanos de camino”
Durante las siguientes semanas seguí con mi vida como siempre, aunque la
información recibida de mis guías estaba constantemente en mi mente. No sabía
qué hacer con ella. Una tarde me tomé un descanso del trabajo, fui a dar un
paseo y tuve una experiencia incluso más profunda que mi sesión con la médium.
¡I De repente sentí un amor abrumador e incondicional por todas las personas
que veía! No hay palabras que puedan adecuadamente expresar el poder de aquel
amor. Fue de una intensidad y una profundidad que nunca antes había
experimentado, y que ni sabía que se pudiera alcanzar. Sentí un amor puro e
ilimitado hacia cada persona que veía (la madre que empujaba el carrito de su bebé,
el taxista que esperaba un pago, el niño que jugaba en la esquina, el barbero
que cortaba cabello tras la ventana de su barbería, etc.). Aunque nunca antes
había oído hablar de una experiencia así, intuitivamente supe lo que estaba
ocurriendo: estaba en comunión con mi alma. De hecho, mi alma estaba
diciéndome, "Tú eres este amor”. Y darás Amor a muchos que acudirán a tu
consulta, pero no imaginaba lo que sentía en mi. interior y mucho menos como lo
llevaría a cabo, Ahora creo que mi alma me regaló esa experiencia para
facilitarme el trabajo que pronto comenzaría. Estas experiencias y otras
muchas, a lo largo de mi vida me han llevado al lugar en que me encuentro
ahora, y pienso que todos tenemos experiencias que no sabemos descifrar en esos
momentos me siento un elegido, pero sigo cada día más humildemente haciendo mi
labor creo que aún a mis casi 88 años aún no he madurado, necesito en bajar
otra vez a la tierra cuando me vaya para terminar mi bonita labor con la certeza de que seré igual o parecido al Sanador más importante y más
famoso de todos los tiempos, tiene películas, documentales a cientos y la
historia de alemán Bruno Groening todos podéis buscar por su nombre en Internet
y quedaréis asombrados del poder que Dios le doy en su estancia en la tierra a este famoso
Sanador, buscar….buscar y quedareis asombrados os lo dice vuestro hermano en
Cristo el hermano Manuel.