Gracias.
Probablemente mis palabras, nunca lleguen a expresar cuánto me gustaría, pero siento que es un pequeño gesto de agradecimiento por tanto al Hermano Manuel y a su equipo.
Desde pequeña he sufrido mucho de gases y poco a poco me fueron eliminando, por recomendación médica, diversos productos. Ya de adulta las molestias continuaron y se agravaron, teniendo que cuidar mucho el consumo de determinadas verduras y legumbres. Con el tiempo mis problemas de salud se fueron complicando añadiendo además problemas digestivos. Según diagnóstico médico todo era consecuencia del estrés. Y qué difícil reducirlo! Todo se fue complicando; anemias, falta de vitaminas, cansancio, diarreas continuas…y tras numerosas pruebas, una biopsia confirmaba que era celiaca. Y aquí cambió de nuevo mi dieta. Después de un par de años con dieta sin gluten, de mejorar bastante mi estado físico, notaba que mis dolores no cesaban.
Tengo que decir que en la mayoría de las ocasiones, los médicos que me han tratado, me han ayudado muchísimo y en algunos casos, tras mucho tiempo de baja, he sentido el cariño de estos profesionales, y su ánimo visita tras visita.
Pero llegó un momento, en el que sentía que aunque reducidas, las molestias y dolores seguían ahí. Uno de los días tras una noche sin apenas dormir por fuertes dolores, y donde mis remedios no funcionaban; mi tía, me habló del Hermano Manuel. Días después, allí estaba en su consulta.
Me comentó que, todo se debía a que tenía mi vesícula en muy mal estado, a punto de sufrir una cirugía. Además, tenía gastritis y una pequeña hernia de hiato. (Esto no apareció nunca en mis pruebas)
Tras un mes con el tratamiento del Hermano Manuel, me fui encontrando mucho mejor, y por segunda vez, me comentaba que no era celiaca; que lo que ocurría, era que mi vesícula no funcionaba bien, estaba muy sucia, y por consecuencia, todo mi apartado digestivo se había ido dañando poco a poco, y cada vez más.
Me costó aceptar la situación de no celiaca, eran varias las pruebas que me habían confirmado este diagnóstico. Pero… si él me lo decía, así era, y lo intentaría. Y aunque con mucho miedo al principio, pues cada vez que tomaba gluten me ponía muy mal, comencé a comer de todo. A día de hoy, cada día mejor. Mi dieta, es la de una personal digamos normal, sin problemas digestivos. Sigo cuidando el tema de los gases, por unos meses más, pero es cuestión de tiempo.
En la tercera consulta el Hermano Manuel me comentó que era el momento de ayudarme en con los dolores de espalda de los que le había hablado. Yo pensaba que se debía todo a la escoliosis que tengo desde pequeña, pero me dijo que lo que tenía era una pequeña hernia discal y un poquito de artrosis en la columna, y de ahí los dolores.
Si a nivel de aparato digestivo me siento otra, a nivel de la espalda también ha sido increíble, en tan poquito tiempo mis dolores de columna han desaparecido y todo gracias a las manos del Hermano Manuel y su hijo Jesús Mateo.
Mi familia se sorprende cuando me ven comer con apetito, y sintiéndome tan bien. Hasta tal punto que mi hermano con síntomas muy parecidos decidió acudir a él. Su vesícula se encontraba también muy mal, quizás peor que la mía. Hoy su vesícula también está limpia, y no solo eso, ha abandonado el tratamiento que tenía de por vida por una hernia de hiato, que estaba para operar.
Sé que para algunas personas todo esto es muy complicado de creer, pero así fue, y así es. Yo tan solo quiero dar mi testimonio y animarles a visitarlos. Mi vida ha cambiado enormemente y a mejor. Me siento y estoy más sana y fuerte que nunca.
Agradezco cada comida que llega a mi mesa, y la disfruto como nunca lo había hecho. Y me levanto y conduzco, y realizo actividades diversas sin que dolor alguno me limite.
Hay cosas que se escapan a la ciencia. Pero ahí están los médicos del cielo que eligen personas tan especiales, para que a través de ellos llegue a nosotros la fuerza divina. Gracias por ser canal de SALUD, canal de AMOR.
Agradecida, y enormemente afortunada, de que la vida haya puesto en mi camino a un ser de luz tan especial. GRACIAS.
Un abrazo inmenso.
Mi nombre es Guadalupe Corchado García. Mi teléfono por si alguien quiere comunicarse es 669 06 72 57.
Autorizo para que mi testimonio aparezca en su blog Hermano Manuel.
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