Recibido en el dia de hoy y que deseo conozcais
5 de Julio
del 2022
Recuerdo aquel mediodía del mes de marzo cuando llegamos mi padre y yo a Pueblonuevo de Miramontes a la consulta del hermano Manuel. Una vez allí, al entrar, le comuniqué al hermano Manuel, mi problema había estado bajo supervisión de médicos y neurólogos,
POR FUERTISIMAS MIGRAÑAS. Mi sorpresa, vino cuando tajante me
dijo el hermano Manuel: que mi problema no radicaba en mi cabeza si no que tenía un problema
vesicular, describiéndome todos los síntomas y dolores que padecía. En aquella
época eran constantes los dolores abdominales, la parte derecha que no sabía ni
el porqué, me consumía, dolores diarios de cabeza MUY FUERTES, digestiones pesadas e
imposibles. Todo pensé que se debía a que siempre desde pequeña he padecido más
de esa zona y los dolores de cabeza los achacaba al estrés. No tenía apetito,
además de que mi ánimo era bajo y sin ganas de nada. Me encontraba diariamente
cansada, sin fuerzas. Tenía miedo, nunca anteriormente había vivido una
experiencia igual, pero en ese momento, según salían las palabras del hermano
Manuel y definían a la perfección todos mis problemas, supe que era él QUIEN ME IVA A CURAR, tenía
fe y creía plenamente en aquella persona que tenía delante mirándome firmemente
a los ojos, y describiendo no solo mis dolencias sino mi forma de ser. Él era
mi salvación. Es un don, lo sé. He ido en mis últimos 4 años constantemente a
centros hospitalarios de pago, haciéndome todo tipo de pruebas y el resultado
siempre era el mismo. Analítica perfecta, me turbia a medicamentos me mandaban
para casa y al poco tiempo me ingresaban, con ulceras estomacales,
pielonefritis…. Nunca nadie había conocido mi problema realmente. Conocer al hermano
Manuel ha sido mi antes y después, ha sido mi salvación en la tierra, ha sido
mi luz en el camino. Al poco tiempo y siguiendo las indicaciones del hermano
Manuel, he vuelto a vivir, he vuelto a ser feliz, he vuelto a respirar tranquila
sin miedo, he empezado a comer y no padecer dolores insoportables. Seguí las
indicaciones que el hermano Manuel me iba aconsejando y a lo largo de los
meses, pasadas tres consultas, estaba curada (de mente y de cuerpo). Siempre
llevaré a este gran hombre en mi corazón, siempre acudiré a él sin dudarlo ni
un momento. A día de hoy sigo en contacto con él y espero que este lazo
continúe en el tiempo. Aconsejo a todo el mundo que tenga un problema, acuda a
él. Él es esencia. Decía mi abuelo que en paz descanse que él tuvo la suerte de
conocer en su vida al hombre más sabio del mundo y no porque hubiese estudiado
si no porque mostraba en sus decisiones buen juicio, prudencia y madurez,
teniendo conocimientos plenos de su ámbito, el campo. Yo también he conocido al
hombre más sabio de la tierra en el ámbito de la medicina natural. Con un
cariño incondicional.
Me llamo Ángela María Pérez Martín. Y mi teléfono por si alguien
desea llamarme es el siguiente:
615 236 717 y con mucho gusto les atenderé y les informaré.
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