ACERCA DEL AMOR

Todo el mundo habla de Amor, en las canciones, en las películas, en las novelas, ¡es algo formidable!, cantan  el Amor, los glorifican, pero han bajado demasiado abajo. Estoy un poco al corriente incluso de la existencia de toda una literatura pornográfica. Ahí se os dice, sin remilgos, como se hace esto o aquello, y no cuenta más que el lado físico, la bestialidad. Sí, comprendo que es necesario decir ciertas cosas, pero hundirse solamente en este lado inferior, no es ciencia para mí, no es progreso. Que el sexo existe, que los instintos existen, de acuerdo; pero, ¡que se intente, al menos, añadirles algunos elementos para ennoblecerlos, para espiritualizarlos! No estoy en contra del Amor sexual, pero cuando veo lo que ocurre, siento que la humanidad se viene abajo y que la luz desaparece; y cuando la luz desaparece, cuando la gente se vuelve demasiado prosaica, demasiado animal, se derivan de ello todo tipo de consecuencias sociales catastróficas: exterminios, degeneraciones, etc. ¡cuántas civilizaciones han desaparecido entre excesos y libertinajes!, y si los hombres no sientan la cabeza, esta civilización desaparecerá también. Bien sé que es muy difícil hacer sentar la cabeza a los humanos, y, sobre todos a la juventud. Le han presentado solamente el lado físico del Amor, así que, ¿qué queréis que haga? De ahora en adelante, hay que enseñarles cómo son las cosas en realidad: que el Amor es un Mundo inmenso y rico, que va a más allá de los grados que ya se conocen, y cuales son los proyectos de la Inteligencia Cósmica para lleva a la humanidad hacia los grados más espirituales del Amor.

En nuestros días, en donde existe libertad para dar rienda suelta a todos los excesos del sexo; donde aumenta el vicio y la corrupción y la homosexualidad masculina y femenina alcanza cotas inimaginables y hasta se da carácter legal a la unión de estas personas, denominados matrimonios cuando se reparten preservativos y otros anticonceptivos químicos a jóvenes casi niñas y al mismo tiempo el estado imparte a través de la “educación”, clases de sexualidad, más cercanas a la pornografía que a una práctica de la sexualidad sana, en donde se enseñan técnicas que todos conocemos y no voy a nombrar, etc. Y cuando por si todo esto fuese poco, se liberaliza el aborto criminal proclamando en un alarde de ignorancia infinita que un feto no es un ser vivo… ¿qué podemos esperar?, ¿qué futuro aguarda a una civilización así?

Por todo ello, las palabras tan proféticas y tan bien inspiradas de los Maestros Espirituales y las de tantos otros hermanos igual de esclarecidos, nos advirtieron, y siguen haciéndolo, sobre las consecuencias de toda conducta anticristiana y alejada de las normas y leyes divinas que todos conocemos.