“Si no pueden amar a los demás, no los odien ni sientan envidia de ellos. No malentiendan sus motivos ni les hagan reproches; ya que son  tan nobles como los suyos  su acción, ya que no se trata  de  maldad o  la malicia, piense que habrán tenidos motivos importantes para tomar decisiones  no piensen en  las faltas del otro, pero traten con dureza   las faltas suyas propias, que seguro que las tienen y muchas.
hermano Manuel

No existen fuerzas ocultas que actúen sobre nosotros, estaríamos al arbitrio de la fatalidad. Pero si existen las envidias, el rencor y el odio que muchos llaman "mal de ojos" Dios es providente y bueno, que se preocupa de nosotros, aunque no siempre comprendamos sus designios porque no coinciden con los de los hombres. Dios providente quiere para nosotros lo mejor. El dinero no añade valor a la vida; la vida en sí misma no tiene precio. Para Jesús, el cimiento sobre el que construir la vida está en el hombre necesitado. A la hora de buscar el Reino de Dios subraya Pagola en su comentario "NO A LA IDOLATRÍA DEL DINERO" pues el dinero convertido en ídolo absoluto es el peor enemigo para construir un mundo digno, justo y solidario que posibilite la convivencia humana

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EL RENCOR Y EL ODIO CORROEN LA MENTE

DE AQUELLAS PERSONAS IGNORANTES Y LES HACE SER INFELICES

       El rencor es un odio atenuado a largo plazo, de efecto retardado, generalmente focalizado hacia alguna persona que nos contrarió o nos hizo daño, a la que se considera culpable o  responsable de nuestros males. El episodio o episodios que despertaron la agresividad pueden haber ocurrido hace bastante tiempo incluso años. Pero la persona rencorosa guarda en su memoria dicho acto y lo utiliza para alimentar el impulso agresivo, esperando una ocasión para desquitarse, creyendo que de este modo conseguirá aliviar su malestar. Y se equivocan porque ese resentimiento les hace infelices, dejan de disfrutar de la vida y se dejan arrastrar por el pesimismo.