A lo que dices respecto a que muy pocas
personas te han dado el pésame por el fallecimiento de tu hijo y que menos aún
te han llamado por teléfono para darte palabras de aliento en momentos tan
duros para ti… Tengo muy poco que añadir a lo expresado por ese gran médico y
amigo, D. Luis García Hernández; con su bondad y profunda sabiduría hace
siempre análisis muy acertados y precisos. Además que su generoso
comportamiento lo dice todo sobre él.
Siguiendo en la línea “dual” de mi mensaje
anterior… Manuel, tienes dos formas de ver lo sucedido:
NEGATIVA: Considerar la ingratitud de los
Seres Humanos en un planeta cada vez más “cainita”, dónde el personal se toma
todas las molestias del mundo para ponerse en contacto con alguien para
reñirle, ofenderle o difamarle; pero sin embargo pasa por alto y siente pereza
y hasta vergüenza en expresar palabras de cariño y elogio. La mayoría de
personas célebres por algún descubrimiento o que han ayudado de alguna manera
el progreso y avance de la Humanidad ha muerto en la miseria y la soledad, es
más, a veces incluso han sido perseguidos, torturados, encarcelados,
ejecutados… Muy pocas veces se les ha reconocido en vida sus méritos, en
general después de muchos años y hasta siglos de su fallecimiento se les ha
rendido honores… Seguro que hay muchos de los que nunca sabremos que
existieron.
POSITIVA: A veces a las grandes personas
las subimos tan en un pedestal que las vemos como inalcanzables, como de otra
especie… Esto establece una barrera invisible entre los seres “extraordinarios”
y el resto de los mortales. Para entender esto pondría el ejemplo de la bella
modelo-cantante-actriz dotada de gran inteligencia que dice que a pesar de
tener tantos fans, luego en las distancias cortas los hombres sienten miedo
ante ella y se bloquean. Puede suceder que las personas, como la del ejemplo,
se pueden llegar a sentir solas y abandonadas porque se establece un perímetro
invisible a su alrededor.
Amigo mío, a pesar de ser tan cercano con
tus pacientes, familiares, amigos y conocidos, debido a tu celebridad como
sanador, a tu fama y a tus conocimientos, es posible que inconscientemente se
haya creado esa “barrera” invisible entre tú y el resto de los “mortales”. Me
consta que esa barrera no la has querido crear tú deliberadamente, sino todo lo
contrario. Pero tendrás que acostumbrarte a ella y asumirla (Igual que la
modelo-cantante-actriz del ejemplo). En cierta manera podríamos decir que es
“el precio de la fama”.
En resumen, no es por falta de respeto, cariño
o admiración que no te han llamado, sino más bien por todo lo contrario.
Un abrazo.
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