Si yo estoy seguro y satisfecho conmigo y con mi labor todas las demás metas se tornan secundarias, porque yo no requiero seguridad, LA TENGO EN LO QUE HAGO no tengo que hacer ningún cambio para estar seguro y ESTOY EN PAZ CONMIGO MISMO y con la situación en la que me encuentro.
La seguridad interior es fruto del bien practicado; según la ley de causa y efecto, ese bien repercute en la propia persona que lo hizo, eliminándole los residuos sin necesidad de analizar sus motivos, ni descubrir sus orígenes. Y aquellos que vienen a mi reciben con toda seguridad aquello que necesitan para su S A L U D.
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