¡Señor Jesús! nosotros te agradecemos:
Por el coraje de enfrentar las dificultades creadas por nosotros mismos;
Por las pruebas que nos perfecciona el raciocinio y nos ablandan el corazón;
Por la Fe en la inmortalidad;
Por el privilegio de servir;
Por el don de saber que somos responsables por las propias acciones;
Por los recursos nutrientes y curativos que tenemos en nosotros;
Por el reconfortamiento de reconocer que nuestra felicidad tiene el tamaño de la felicidad que hiciéramos para los demás;
Por el discernimiento que nos permite diferenciar aquello que nos es útil, de aquellos que no nos sirve;
Por el amparo del afecto en el cual nuestras Vidas se alimentan en permuta constante;
Por la bendición de la oración que nos faculta apoyo interior para la solución de nuestros problemas;
Por la tranquilidad de conciencia que ninguno nos puede sustraer…
Por todo eso, y por todos los demás tesoros de Esperanzas y Amor, Alegría y Paz de que nos enriqueces la existencia, Sé Bendito Señor, al mismo tiempo que Te alabamos la infinita Misericordia, hoy, mañana y para siempre.
Si alguien te menosprecia, permanece con Dios.
Ante la voz que te acusa, guarda silencio con Dios y sigue avanzando.
No olvides que quien te hiere o persigue, es un enfermo de Dios.
Por muchas ofensas o golpes, no dejes de creer en Dios.
Por lo tanto olvida todo mal, ¡La justicia es de Dios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario