Evite el pesimismo y no considere la Vida por el momento que pasa, si éste no le es propicio.
En un minuto solamente, la tormenta se calma, la enfermedad afloja, el trabajo surge, el dolor pasa, el ausente llega, la persecución termina, el dinero aparece, la Vida cambia…
Aprenda a sonreír y a confiar.
No se detenga preso a lo malo de las cosas, muchos de esos males son oportunidad de aprendizaje que nadie debe desdeñar.
Valorice todas las cosas y personas, mientras todo le sonríe.
En un minuto solamente, la enfermedad se instala, la paz íntima se consume, el dinero cambia de manos, el Amor se rompe, el dolor se avecina, la muerte llega, la Vida cambia de rumbo…
Nadie es tan autosuficiente que no necesite de respeto y cariño, amando y respetando.
No se vincule demasiado a la tranquilidad que disfruta, porque hay recursos y alegrías que son rudas probaciones, de las cuales sólo algunos héroes de la renuncia y de la humildad consiguen plena liberación.
En un minuto solamente, la influencia de los malvados sobrepone la de los buenos, inquietando la serenidad de los justos, arruinando expresiones honorables, afligiendo a los simples, sembrando el miedo…
En un minuto solamente, usted puede preponderar sobre los malvados, ampliando la esperanza, sembrando coraje, rompiendo la timidez y haciendo que brille la verdad.
En un minuto solamente, lo que era luz se transforma en noche, el incendio devora, el ladrón roba las joyas, la casa de derrumba, el jardín que era alegría muere, un terremoto rompe la Tierra, sepultándolo todo…
En un minuto solamente, usted puede recibir la visita de Jesucristo y modificar el rumbo de su existencia, eternizando en la preciosa bóveda de sus bienes, esa joya rara que no vuelve jamás con el mismo valor.
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