Todas las Escrituras Sagradas del mundo rebosan de ejemplos de lo que llamamos milagros, que no se limitan a determinado tiempo y lugar, pues no hay épocas de milagros en distinción a las demás épocas. Todo cuanto ha sucedido en la historia del mundo, puede suceder otra vez por obra de las mismas leyes y fuerzas. No obraron milagros los simples mortales, sino quienes llegaron a la conexión con las llamadas energías Sanadoras y en virtud del reconocimiento de su unidad con las fuerzas Divinas.
El Sanador realiza obras en apariencia sobrenaturales, y por el conocimiento del supremo poder sobresale de entre la mayoría. Pero cualquier facultad o poder actualizados en un hombre está latente en todos. Las mismas leyes rigen todas las vidas. Podemos ser hombres esforzados o impotentes. Desde el momento en que uno se convenza de que puede realzarse, se realzará sin otras limitaciones que las que él mismo se trace.
Nada hay que no podamos vencer. Todos los profetas, videntes, sanadores, sabios y redentores que recuerda la historia llegaron a ser lo que fueron, y en consecuencia poseyeron el poder por medios completamente naturales. Todos reconocieron y llegaron a la consciente unidad con la infinita vida. Así es y así será por toda la eternidad.
A quien comprenda estas verdades les felicito, porque esta en el buen camino. Manuel y el Naturopata y Sanador Jesús Mateo
No hay comentarios:
Publicar un comentario