“Animo, pues, sanadores, videntes, médium y y espirituales, ser valientes y llevar vuestra labor hasta los mas escondidos
parajes haciendo el bien, sin abusar de nadie y menos aún del más débil, así
alcanzareis la paz y vuestra dicha eterna. El Padre está en todas partes, sabe lo
que pensáis, os ve y os ama. Sed constantes admiradores de Él y adoradle muchas
veces al día. Él os oye y sabe lo que pensáis, lo que pedís y lo que deseáis.
Él esta entre nosotros y en cada uno de nosotros, Él nos guiará en el camino,
no lo dudéis. El Señor está sobre la labor y apostolado que estamos haciendo se
vale de todos aquellos que aman con justicia y practican la ley... Señor ¿cuándo os conocerán los hombres?...
¿Cuándo reconocerán que el que dio su vida para enseñarnos el camino, no nos
puede abandonar?.
Vos Gran Señor, no hacéis diferencias de
personas, sino de virtudes: allí donde tiene su morada el amor, la virtud y la
caridad, allí es morada vuestra, allí acudís y dais aliento, valor, esperanza y
paz al espíritu. Confiemos en Él y no desmayemos en el camino. Adoremos al
Padre por su grandeza, amemos al Señor
por su gran Amor.
Que Dios bendiga a todos y cada uno de sus hijos
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