Rezo, pido
ayuda al cielo pero no recibo ninguna repuesta. Dios no me oye, no me escucha.
Pero no, la realidad es que no sabemos oír las repuestas, puesto que no estamos
preparados para hacer la pregunta.
Primero
tenemos que tener un reconocimiento absoluto en Dios, creer que hay una ley de
causa Y efecto y que aquello que sufrimos no es una casualidad, sino una deuda
que por la causa que sea ahí está.
Es cierto que
cuando estamos acomodados, se come bien, no hay deudas, y sobre todo, no hay
enfermedades en la familia, se vive intensamente, alegando que es la suerte,
pero pocas veces o ninguna, agradecemos a Dios ese bienestar que nos envía y
que apenas sabemos apreciar.
Pero cuando
nos ocurre lo contrario, es decir, sufrimos por unas y otras circunstancias,
recurrimos a Dios como último recurso para que nos quite las penas.. Qué
desagradecidos somos ¿verdad? .
Debemos saber
que en nuestro organismo psíquico se produce el mismo fenómeno que en nuestro
organismo físico. El que respira un aire que no es puro, el que come una comida
malsana, introduce en su organismo impurezas que éste no llega a eliminar. De
la misma manera, el que no vigila sus sentimientos, pensamientos y sus actos,
introduce impurezas en su organismo formando una pantalla oscura entre la
persona y el mundo espiritual, haciendo
más difícil la conexión divina.
Por supuesto
que Dios oye, y responde a nuestras preguntas y nos envía mensajes
continuamente, pero hay que estar preparados para recibirlos. Prepararse quiere
decir, mejorar la manera de vivir trabajando, repito, sobre los pensamientos,
los sentimientos y nuestra conducta hacia los demás a fin de purificarlos cada
día un poquito más.
Hay veces,
que se hablan o se hacen cosas que no están dentro de una conducta ejemplar,
quedando así estacionados por no querer ver la realidad de los hechos. Los
materiales nos los proporciona nuestro día a día, no esquivemos
responsabilidades para llevar a buen término nuestra tarea..
La paz
la armonía vendrán solamente , cuando se
haya logrado la unidad y todos caminemos
en una misma dirección.
HERMANO MANUEL-NATURÓPATA Y SANADOR
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