Me llamo
Josefa Hermosel Rodríguez, tengo 49 años
y vivo en la localidad de La Parra (Badajoz). Teléfono 618873155.
Quiero
compartir mi experiencia con todas las personas que necesiten ayuda.
Llevaba sobre unos seis años con dolores
generalizados en piernas, brazos,
caderas, en fin en la mayoría de mi
cuerpo. Después de muchas pruebas médicas, dos artroscopias en la rodilla
izquierda, y mucha sesiones de rehabilitación, me dijeron los médicos que tenía
dos hernias cervicales y dos lumbares, así como artrosis. Con los tratamientos que me mandaban pasaban los
días y seguía cada vez peor. En la última consulta al médico hace unos cuatro
años, me diagnosticaron tras numerosas pruebas, que padecía de fibromialgia, y
que tenía que aprender a vivir con los dolores, porque fuese donde fuese esta
enfermedad no tenía cura, y que me mandaba un tratamiento para paliar los
dolores. Salí de la consulta destrozada anímicamente.
Mi vida a
partir de ese momento dependía de los
analgésicos, de cinco a siete pastillas todos los días. Muchas veces cuando mi
marido se iba al trabajo y mis hijos al colegio, me acostaba pues no podía con
mi cuerpo. El más simple esfuerzo era para mí un sufrimiento, por lo que estaba
muy limitada para cualquier actividad
A finales del mes de Mayo pasado, un compañero de trabajo de mi esposo
le habló del Hermano Manuel y de su hijo Jesús Mateo, pues ellos habían curado
a unos familiares suyos de migrañas y fibromialgia. Cuando mi marido llegó a
casa me lo comentó, y me dijo que podíamos ir a verlos, pero yo estaba muy desanimada y creía que mi
enfermedad no tenía curación. Después de meditarlo mucho, decidí ir a la consulta del Hermano Manuel, fue el 14 de
Junio de 2013, y ese día no imaginaba que mi vida empezaría a cambiar.
En la
primera consulta me dijeron que me iba a curar, que no me preocupara que a
mucha personas en peor estado que el mío las había curado. Comencé su
tratamiento con mucha ilusión, pues era la primera vez en muchos años que tenía
esperanza en ponerme mejor.
Al mes de
empezar el tratamiento tenía menos dolores, y pasé a tomar solo dos
analgésicos al día, teniendo mejor calidad de vida. Conforme se iban sucediendo
las consultas, me encontraba mejor, no teniendo que tomar pastillas para los
dolores. Ayer 9 de noviembre de 2013,
ha sido la última consulta y el Hermano Manuel y su hijo Jesús Mateo, me han
dado el alta y he quedado curada. Ya no tengo ningún dolor ni
molestias.
Le doy gracias a Dios, por haberme guiado hasta
el Hermano Manuel y su hijo Jesús Mateo, que me han curado y me han devuelto la
felicidad. Les estoy muy agradecida por su gran humanidad. Le pido al Señor que
los guarde muchos años para que puedan seguir curando y haciendo tanto bien.
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