Me llamo Cristina Domínguez Medina, tengo 43 años y resido en Cerdanyola del
Vallés (Barcelona), mi número de teléfono es el 686-457-496. correo electrónico
kris1970@hotmail.es.
Escribo éstas líneas guiada por la necesidad de agradecer que se cruzaran en mi
camino tanto el Hermano Manuel como su hijo Jesús Mateo, porque tanto uno como
al otro les debo el que hoy pueda enfrentarme a la vida sin miedo, sin ansiedad
y con muchas ganas de vivir, disfrutar de esas pequeñas cosas que no vemos
hasta que alguien nos dice "abre los ojos".
Yo acudí a la consulta de estas dos grandes personas con problemas de
ansiedad que no me permitían llevar una vida normal, con miedos, inseguridades
y una gran negatividad hacia todo que en varias ocasiones me llevó a enfermar,
tuve dolores de espalda, vértigos, reflujo gástrico y algún que otro mal.
El primer día que llegué me atendió el Hermano Manuel, con esa calma, con
esa quietud, con ésa paciencia que no tuvieron ninguno de los médicos a los que
acudí anteriormente y ya en ése momento creo que empezó a ver que me
causaba el daño.
En la segunda visita me recibieron los dos padre e hijo, y allí, me
confirmaron que alguien me había realizado un trabajo negativo (tipo mal
de ojo), y que al parecer yo era un ser sensible a todas esas cosas y por eso
cuando no tenia una cosa tenía otra, y sobre todo ésa terrible ansiedad y
negatividad, verdaderamente todo en mi vida iba mal siempre desde hacía muchos
años.
Ellos trabajaron en mí, me orientaron espiritualmente, trataron mi ansiedad sin
drogas como hace la medicina tradicional, trataron mi estomago con una simple
dieta y unos pasos a seguir.
Tuve dos visitas más para controlar el estomago y la vesícula biliar que
también estaba un poco tocada, seguían orientándome pero de manera que yo viera
las cosas por mi misma, pero sobre todo me abrieron los ojos a mi propia
realidad, al principio me impactó un poco aunque sinceramente yo ya había
llegado a pensar o intuir lo que me pasaba porque todo era un desastre a mi
alrededor y no era por azar, algún ser me había causado tanto dolor por una
simple envidia hacia mí.
Han pasado cuatro meses y medio desde mi primera visita, llevo
un mes con el alta, y ahora se que ésta vida todos estamos por algo y
todos tenemos una misión que completar antes de irnos, todavía no se cual es la
mía aunque se que voy en buen camino, como también sé que puedo contar con
estos dos guardianes y guías del amor y la verdad.
Estamos acostumbrados a leer testimonios de personas que han acudido a la
consulta de éstos neurópatas-sanadores por dolencias físicas que acabaron
curando, pero creo que es de justicia que yo escriba mi testimonio porque mi
dolencia no era física, era el alma lo que me dolía.
Mi vida en poco tiempo ha cambiado mucho siguiendo los consejos que me dieron,
lo veo todo de otra manera, mi cuerpo no sufre dolores, mi mente está más
tranquila y sobre todo mi alma y mi corazón son los que rigen mi vida.
Gracias Hermano MANUEL. Gracias JESÚS MATEO por cruzaros en mi vida en el
momento justo, cuando todo alrededor mío se desmoronaba y yo no podía hacer
nada por evitarlo, cuando la existencia no tenía mucho sentido.
Gracias y mil gracias más por escucharme, por entenderme y por enseñarme el
camino que he de seguir.
Les deseo mucha suerte en su nuevo destino, aunque no les hace falta porque la
divinidad y el buen karma están donde estén Ustedes.
ETERNAMENTE AGRADECIDA, CRISTINA.
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