CENTRO DE TRABAJO

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domingo, 20 de abril de 2014

FIBROMIALGIA DE UN PUEBLO DE BADAJOZ L A P A R R A

 
                                            
Me llamo Josefa Hermosel  Rodríguez, tengo 49 años y vivo en la localidad de La Parra (Badajoz). Teléfono 618873155.
Quiero compartir mi experiencia con todas las personas que necesiten ayuda.
Llevaba sobre unos seis años con dolores generalizados en  piernas, brazos, caderas,  en fin en la mayoría de mi cuerpo. Después de muchas pruebas médicas, dos artroscopias en la rodilla izquierda, y mucha sesiones de rehabilitación, me dijeron los médicos que tenía dos hernias cervicales y dos lumbares, así como artrosis. Con  los tratamientos que me mandaban pasaban los días y seguía cada vez peor. En la última consulta al médico hace unos cuatro años, me diagnosticaron tras numerosas pruebas, que padecía de fibromialgia, y que tenía que aprender a vivir con los dolores, porque fuese donde fuese esta enfermedad no tenía cura, y que me mandaba un tratamiento para paliar los dolores. Salí de la consulta destrozada anímicamente.
 Mi vida a partir de ese momento dependía  de los analgésicos, de cinco a siete pastillas todos los días. Muchas veces cuando mi marido se iba al trabajo y mis hijos al colegio, me acostaba pues no podía con mi cuerpo. El más simple esfuerzo era para mí un sufrimiento, por lo que estaba muy limitada para cualquier actividad
A finales del mes de Mayo  pasado, un compañero de trabajo de mi esposo le habló del Hermano Manuel y de su hijo Jesús Mateo, pues ellos habían curado a unos familiares suyos de migrañas y fibromialgia. Cuando mi marido llegó a casa me lo comentó, y me dijo que podíamos ir a verlos,  pero yo estaba muy desanimada y creía que mi enfermedad no tenía curación. Después de meditarlo mucho, decidí ir a la  consulta del Hermano Manuel, fue el 14 de Junio de 2013, y ese día no imaginaba que mi vida empezaría a cambiar.
 En la primera consulta me dijeron que me iba a curar, que no me preocupara que a mucha personas en peor estado que el mío las había curado. Comencé su tratamiento con mucha ilusión, pues era la primera vez en muchos años que tenía esperanza en ponerme mejor.
Al mes de  empezar el tratamiento tenía menos dolores, y pasé a tomar solo dos analgésicos al día, teniendo mejor calidad de vida. Conforme se iban sucediendo las consultas, me encontraba mejor, no teniendo que tomar pastillas para los dolores.   Ayer 9 de noviembre de 2013, ha sido la última consulta y el Hermano Manuel y su hijo Jesús Mateo, me han dado el alta y he quedado curada. Ya no tengo ningún dolor ni molestias.
Le doy gracias a Dios, por haberme guiado hasta el Hermano Manuel y su hijo Jesús Mateo, que me han curado y me han devuelto la felicidad. Les estoy muy agradecida por su gran humanidad. Le pido al Señor que los guarde muchos años para que puedan seguir curando y haciendo tanto bien.

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